Hace un par de meses mientras mi
hijo se disponía a ver dibujos en la televisión, decidí quedarme con el viendo algún
capítulo de sus series preferidas; oh sorpresa lo que vi, puros dibujos vacíos
con bastante efectos especiales y que literalmente en la próxima navidad serian
motivo de el adelgazamiento de mi billetera.
Pues bien decidido a que mi hijo
viera algo decente decidí entrar al Netflix ( y no me deben juzgar pues no soy
snob), y busque algo decente (ósea lo que yo veía)…buscando, buscando encontré Transformers
G1, quien no ha visto esto en su infancia, con trama y hasta con lógica; mi
hijo tiro el grito al cielo y dijo que monseeeee que es esooooooooo, porque se
ven tan cuadradossssssssssssssssssssssssss, cambia por favor, fue el primer hit…sentí
que ya moría y dije lo estoy perdiendo.
Ahora si la hago dije y me mande
con las Marionetas del Teatro Japonés que daban en canal 7, buscando en youtube
encontré en buena calidad, se los coloque y vi que iba a la cocina a traer agua
o comía sus galletas, me preguntaba porque no había interés….porque…que es lo
que le pasa a los niños de estos tiempos, mucho Ben 10, Bratz entre otros que
no son más que marketing para que compren los juguetes.
Ya desmotivado me mande a algo más
básico, Niños en Crecimiento, quien no se acuerda de ese programa de marionetas
del canal 7 con la profesora coneja, y los alumnos tejón, tigre, mono y dos más.
Y por fin, por fin mi hijo se acostó
en una almohada sobre mi regazo y dijo que chévere.
Yo en ese momento me sentí mejor,
dije algo aprenderá; después de un tiempo lo vi solito viendo aquellos dibujos
que yo veía.
A veces es bueno que nuestros
hijos sepan quienes somos y hasta que veíamos, pues ahora los medios de comunicación
solo enseñan basura.
Y para rematar ese viaje al
pasado mi tío le regalo un bolero, mi hijo lo miraba diciendo que es esto, y
las luces, donde van las baterías, yo le decía se juega así y esto era el PSP o
GAMEBOY de mi época.
Encontré mis fabulas de Esopo,
con las hojas amarillas y empezamos a leerlas como cuentos de noche todos los días,
y con todas estas cosas que les cuento lo vi volverse más sensible a mi hijo.
Los seres humanos somos complejos
y siempre es bueno mostrarles todas las realidades a nuestros hijos y sepan
adaptarse a ellas.
Ellos son los pasos de nuestra
vida.